Los estilismos compuestos a base de un solo tono o mejor conocidos como monocromáticos nunca perderán vigencia. Estos atuendos se distinguen por estar enriquecidos por detalles de confección mínimos, pero al combinarlos crean siluetas con gran peso visual.
Las tendencias para las temporadas 2017/2018 se pintan con todo lo opuesto, un cóctel de maxi grafías en donde los insectos y la naturaleza se apoderan, tonalidades fuertes, cortes "oversize", volumen, superposición y piezas con adornos incorporados, nos invitan a experimentar con tejidos fabricados mediante laboriosas técnicas artesanales; restándole protagonismo a los estilismos carentes de abalorios.
Sin embargo, esto no significa que las prendas de estéticas minimalistas volverán al baúl de los recuerdos, de hecho estas serán las encargadas de equilibrar las propuestas recargadas de las próximas estaciones, permitiéndonos adaptar las tendencias que veremos en las pasarelas a la vida real.
Lo interesante de los próximos años será la variabilidad entre los textiles, la adaptabilidad y funcionalidad con la que vendrán estas piezas, pasando el umbral de lo imposible a lo posible; transformándose dependiendo del estilo de cada una.
Lo que nos permitirá expresarnos como individuos únicos, adicionando únicamente las tendencias que se adecuen a nuestro estilo, sin perder la esencia de acuerdo a cada temporada.
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